El vino ha sido expulsado de la “pirámide de la dieta mediterránea” en la última actualización que el Ministerio de Medio Ambiente, Desarrollo Rural y Marino (MARM) y la Fundación Dieta Mediterránea (FDM) dieron a conocer a mediados del pasado mes de octubre, coincidiendo con el primer aniversario de su reconocimiento como patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO. Los políticos, secundados por los expertos, han decidido plegarse a las presiones ejercidas por los países musulmanes que prohíben su consumo por razones religiosas.
El presidente de la FDM, Lluis Serra, explicó las razones que han llevado a eliminar al vino de la “pirámide de la dieta mediterránea”, uno de los símbolos más representativos de la cultura occidental, cuyos efectos saludables sobre el organismo están demostrados científicamente, según la propia Fundación que preside. «Es una concepción digamos mundial, internacional”, declaró Serra, “por tanto, tenemos que hablar de países donde el consumo de bebidas alcohólicas fermentadas es habitual, y en otros donde está prohibido por la religión; por tanto, es un tema que se debe tratar con una cierta cautela». Según el presidente de la FDM, un año después de la declaración de la UNESCO, la “pirámide” necesitaba “un ajuste según los usos”, refiriéndose, de este modo, a “los usos” de los países musulmanes que prohíben su consumo por razones estrictamente religiosas.
Acto público
En el acto público celebrado para conmemorar el primer aniversario de la declaración de la UNESCO, que coincidió con una exposición informativa en la propia sede del Ministerio de Medio Ambiente, la ministra Rosa Aguilar señaló la necesidad de que la población conozca «más y mejor» los beneficios de «comer y de tener un estilo de vida saludable», evitando referirse a las negativas consecuencias que la salida del vino de esa “pirámide” alimenticia conlleva para el sector vitivinícola de los países productores, entre los que España es el primero del mundo por extensión y el tercero por producción, sólo por detrás de Francia e Italia.
Por su parte, el doctor Lluís Serra, director de la Fundación Dieta Mediterránea, explicó los motivos por los que el vino ha sido marginado de la “pirámide”, y señaló la importancia de comer productos locales en familia, realizar una actividad física frecuente -30 minutos diarios- y disfrutar de un descanso suficiente. «El vino queda fuera de la pirámide», explicó Serra. «Se trata de buscar un consenso mundial y en muchos países está prohibido el consumo de alcohol».
La Fundación Dieta Mediterránea está presidida desde 1996 por Lluís Serra-Majem, doctor en Medicina, Nutrición y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Desde que asumió la presidencia de la Fundación, ha compatibilizado su cátedra de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria con la promoción de esta dieta. Creó en 2005 la ONG Nutrición sin Fronteras y fundó la Revista Española de Nutrición Comunitaria, y ha escrito o editado más de 60 libros sobre la materia que él conoce, además de centenares de artículos y editoriales.
Los beneficios del consumo de vino
Mientras que el Ministerio de Medio Ambiente y la Fundación Dieta Mediterránea han avalado la expulsión del vino de la “pirámide de la dieta mediterránea”, miles de bodegueros y enólogos españoles siguen defendiendo, día tras día, los beneficios del consumo moderado y responsable del vino, y convirtiendo al sector vitivinícola en uno de los más dinámicos del sector exportador, como lo demuestran los datos interanuales de ventas, que han reflejado, por primera vez en octubre, más de 2.100 millones de litros vendidos en el exterior. Asimismo, instituciones como la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), siguen defendiendo desde hace casi 20 años en foros nacionales e internacionales los beneficios para la salud que se derivan del consumo moderado y responsable del vino.
FIVIN se fundó en 1992 y desde su creación orienta sus actividades a valorar los posibles efectos protectores del consumo moderado de vino en nuestro organismo y sobre la salud humana desde un punto de vista médico. Para ello, realiza un trabajo continuo de investigación y recopilación sobre vino y salud, bajo la supervisión de un comité científico formado por médicos, técnicos en salud y nutrición de reconocido prestigio nacional e internacional.
