Las exportaciones de vino español han retrocedido durante el primer trimestre de 2025 un 4,4 % en volumen y un 3,6 % en valor, condicionadas por el deterioro de la situación geopolítica y económica internacional, unido al descenso sostenido del consumo mundial de vino, pese al buen comportamiento registrado en el mercado estadounidense, que ha reflejado la tendencia contraria.
La comercialización de vino español en el exterior, entre enero y marzo del presente año, alcanzó los 496,8 millones de litros y los 691,2 millones de euros. “Fueron 25,9 millones de euros y 22,8 millones de litros menos respecto a los exportados en el primer trimestre de 2024”, según datos de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), analizados por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE). Además, si se aplica el efecto corrector del Índice de Precios al Consumo (IPC), que en marzo marcó un incremento interanual del 2,3 %, la caída es del 5,9 % en lugar del 3,6 %, lo que representa una contracción relevante.
Por lo que se refiere exclusivamente a la estadística del mes de marzo, las exportaciones españolas de vino perdieron un 1,1 % en valor (-3,4 % real aplicando la revalorización oficial de los precios) y un 4,6 % en volumen, hasta situarse en 248,3 millones de euros (-2,8 millones de euros) y 167,4 millones de litros (-8,1 millones de litros).
Comportamiento durante el último año y respuesta de las bodegas
Asimismo, si se atiende al período anual que discurre entre abril de 2024 y marzo de 2025, último año estudiado, las ventas al exterior descendieron un 7 % hasta los 1.912,5 litros, pero marcaron una cotización promedio de 1,54 euros por litro, un 7,7 % más que en la misma fecha del año anterior, lo que situó la facturación acumulada en 2.951,9 millones de euros, con un ligerísimo incremento del 0,3 %. No obstante, si se aplicara, de nuevo, el efecto corrector de la inflación, actualizando el importe a precios corrientes, se registraría un descenso real del 2 %.
En medio del actual contexto de incertidumbre y considerando, también, el cambio de hábitos de consumo que penaliza a las bebidas alcohólicas, entre ellas, el vino, las bodegas españolas están intentando compensar la caída de las ventas con el aumento de los precios y la búsqueda de nuevos mercados. Una ecuación complicada que no siempre arroja resultados positivos, ya que entraña el riesgo de que el encarecimiento se traduzca en pérdida de clientes o de que los potenciales nuevos mercados no equilibren los descensos que se contabilizan por razones extravitivinícolas.

La excepción estadounidense
Afortunadamente para los intereses nacionales, las ventas de vino europeo a EEUU se han disparado durante el primer trimestre de 2025. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha conseguido, hasta el momento, exactamente lo contrario de lo que pretendía y sus constantes amenazas contra la Unión Europea no sólo no han disuadido a los compradores estadounidenses sino que han logrado el efecto contrario. Durante los primeros tres meses del año, Francia ha aumentado el valor de sus ventas de vino a EEUU un 51 %, mientras que Italia lo ha hecho un 17,1 % y España, un 8,2 %. Pero nadie puede saber si esa tendencia se mantendrá en el futuro, ya que el presidente estadounidense, que utiliza el bullying y la coacción como moneda de cambio en sus relaciones internacionales, ya ha advertido que impondrá aranceles del 50 % a los países de la Unión Europa a partir del 1 de julio, un órdago que puede durar 24 horas o llevarse, efectivamente a la práctica.

El descenso del cava y la irrupción del resto de espumosos
Por el contrario, las exportaciones de los vinos con DOP Cava, que cuentan con una partida arancelaria propia, han mostrado una evolución muy negativa, achacable, según fuentes del consejo regulador, a la severa sequía sufrida durante los tres últimos años, que ha reducido significativamente la disponibilidad de producto.
En este sentido, su volumen de comercialización en el exterior, durante los 12 meses comprendidos entre abril de 2024 y marzo de 2025, retrocedió un 21,8 % mientras que su valor lo hizo en un 7,9 %. En términos absolutos, las ventas exteriores de cava se situaron en estos 12 meses, en 107,45 millones de litros (-29,9 millones de litros), por valor de 387,3 millones de euros (-33,4 millones de euros), que suponen el 69 % del volumen y el 75 % del valor total de las exportaciones españolas de vino espumoso en el interanual a marzo 2025.
Al contrario, las ventas del resto de espumosos españoles alcanzaron los 47,5 millones de litros (+11,6 millones de litros) por valor de 132,1 millones de euros (+28,3 millones de euros), reflejando el comportamiento inverso, hasta representar el 31 % del volumen y el 25 % del valor de las operaciones totales de vino espumoso (incluido el cava).
De igual modo, durante el primer trimestre de 2025, las exportaciones de cava se han hundido un 26,5 % en volumen y un 5,8 % en valor, frente a la mejora del resto de espumosos españoles, que han aumentado sus ventas en el mismo período un 46,4 % en volumen y un 34,4 % en valor, alcanzando ya, de este modo, el 37,7 % del volumen y el 30 % del valor de las operaciones totales al exterior de vino espumoso (incluido el cava).
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