Diam Bouchage, líder mundial de los tapones de corcho tecnológicos, está comprometido con los profesionales forestales desde hace 20 años y se dedica a preservar los recursos de corcho a largo plazo financiando una plantación experimental de alcornoques de más de 10 hectáreas, según ha hecho público la compañía en un comunicado de prensa.
Los bosques de alcornoques: un ecosistema frágil que hay que proteger
“El alcornoque”, explican fuentes de la empresa, “es una especie vegetal muy resiliente, ya que se adapta al clima cálido y a los suelos áridos arcillo-silíceos de la cuenca mediterránea. Pero cada vez sufre más debido al calentamiento climático de la cuenca mediterránea. Esta evolución inexorable, unida al abandono progresivo de su explotación, difícil y escasamente rentable, podría poner en peligro la fuente actual de corcho en el próximo siglo. Se necesitan medidas complementarias para proteger este recurso, y los modelos agronómicos culturales deben tener en cuenta todos estos factores”.
Diam Bouchage apoya económicamente operaciones de desbrozado y redinamización de las parcelas abandonadas, para evitar el riesgo de incendios que destruyen el capital vegetal, así como operaciones de replantación. En mayo de 2023, Diam Bouchage decide ir más lejos poniendo sus conocimientos técnicos y su capacidad de innovación al servicio del bosque.
Diam Bouchage lanza un proyecto de investigación para el futuro de los alcornocales
En colaboración con Ferticork, una empresa agroforestal, el fabricante de tapones francés ha llevado a cabo una plantación experimental en Extremadura, cerca de su fábrica española.
Para despertar el interés por la explotación del alcornoque, Diam Bouchage, con el apoyo de un equipo de agrónomos españoles, ha emprendido la promoción de un modelo de cultivo de alcornoques mediante aportes minerales e hídricos o fertirrigación controlada. Así, al acompañar el crecimiento de los árboles durante los primeros 40 años, se pueden reducir los intervalos de tiempo entre las sacas para garantizar un mejor ingreso agrícola.
“El proyecto Alpalante (por el nombre de la parcela) convierte a nuestra empresa en protagonista de la preservación del bosque de alcornoques. El proyecto incluye la instrumentación necesaria para controlar el crecimiento y el comportamiento de más de 10 000 pies de alcornoques en el nuevo contexto del calentamiento global. De esta forma, podremos comprender y determinar las condiciones higrométricas y mineralógicas necesarias para proteger los árboles y preservar la rentabilidad económica de su explotación para los propietarios”, declara entusiasmado Dominique Tourneix, director general de Diam Bouchage.
Esta infraestructura única, alimentada por energía solar, se extiende a lo largo de 10 hectáreas y se compone de siete lotes con diferentes intervenciones y densidad de árboles (distancia entre filas de 3 y 4 m). Cada lote es seguido minuciosamente mediante sensores que miden el crecimiento, el flujo de savia, la humedad del suelo y las condiciones climáticas (pluviometría, viento, humedad, etc.). Esta información permite dosificar de manera precisa los aportes de agua para no derrocharla, resultando 6 veces menos agua en comparación con las necesidades de una plantación arbórea clásica.
Los datos debidamente registrados servirán para modelizar el comportamiento de las futuras plantaciones con vistas a obtener alcornocales más resistentes al cambio climático, además de económicamente viables. Apoyando la planta cuando se producen accidentes climáticos graves (calor extremo), los resultados muestran que se podrán reducir a la mitad los tiempos de regeneración de la corteza del alcornoque.
Una experimentación forestal que favorece el efecto «sumidero de carbono»
Estos alcornocales fertirrigados son auténticos sumideros naturales de carbono, y contribuyen a secuestrar el CO2 que transforman mediante el proceso de fotosíntesis. La extensión del modelo a gran escala contribuirá a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Al recuperar tierras dejadas en barbecho y bosques quemados, esta iniciativa preserva y enriquece los suelos para que se conviertan en una reserva de biodiversidad vegetal y animal. Después de esta primera experimentación, Diam Bouchage prevé extender este proceso a otras zonas del oeste de la cuenca mediterránea.
La empresa Diam Bouchage
Con el mayor respeto por el saber hacer vinícola, Diam Bouchage crea tapones de corcho tecnológicos desde hace más de 20 años que revolucionan la crianza en botella y la guarda de los vinos tranquilos y espumosos.
La fiabilidad del procedimiento DIAMANT® garantiza una limpieza profunda del corcho* mediante el CO2 supercrítico de presión diferenciada, proceso único e inigualado. Los 2000 millones de tapones vendidos cada año demuestran su eficacia infalible.
Diam Bouchage ha desarrollado opciones tecnológicas que permiten al elaborador un enfoque personalizado de la duración de guarda en botella y de las transferencias de oxígeno, garantizando una homogeneidad perfecta en cada botella. Esta nueva tradición convierte el taponado en un verdadero acto enológico.
La historia de Diam Bouchage, su experiencia y su saber hacer sitúan a la empresa como la referencia de confianza en el mercado del tapón de corcho tecnológico. De esta forma, Diam reafirma lo que siempre ha sido: el auténtico guardián de los aromas.
“A nuestra escala, estamos orgullosos de valorizar el saber hacer de los vitivinicultores y contribuir al placer de los clientes inventando cada día esta nueva tradición que tanto apreciamos. Un equilibrio sostenible entre la comprensión del pasado y la resolución de los futuros retos, entre la innovación y la tradición, siempre con el máximo respeto por la naturaleza y el ser humano”, sostiene Dominique Tourneix, director general de Diam Bouchage
Limpieza de parcelas, protección de bosques, valorización del corcho de Francia, plantación con bajas emisiones de carbono: Diam Bouchage se implica desde hace muchos años en la revitalización de los alcornocales con el fin de proteger el acceso a su materia prima y preservarla de forma sostenible.
Midiendo su huella medioambiental desde 2007 con el Balance de Carbono, Diam Bouchage ha sido precursora en el sector del taponado por su compromiso con una política global de Calidad y Medioambiente. En la actualidad, Diam Bouchage se ha comprometido en reducir su huella de carbono inscribiéndose en la trayectoria W2DS (Well below 2 degrees) establecida en la iniciativa internacional SBTI.
*TCA ≤ hasta el límite de cuantificación de 0,3 ng/l