El amor hacia Felicia, su mujer, hizo que Jose Real Figueroa (Jerez de la Frontera, 1974) cambiara su trabajo en la empresa familiar de larga tradición Laboratorios M. Real para ejercer como enólogo en Boordy Vineyards, de Baltimore, la ciudad más conocida y poblada del Estado de Maryland, en la costa este de Estados Unidos. Allí llegó en 2011, junto a su esposa, después de haber trabajado en el laboratorio que su abuelo Manuel Real fundó en 1933.
Al principio, en la ciudad gaditana también elaboraban extractos para brandis y licores. Fue su progenitor, Ricardo Real, el que continuó al frente del negocio, del que Jose recuerda ahora, con cariño, “el aroma a esencias impregnando la chaqueta de mi padre cuando llegaba a casa y, cuando lo acompañaba a las bodegas, el olor a levadura en flor en el aire que desprendían las botas”.
Jose Real Figueroa estudió Químicas en la Universidad de Sevilla, especializándose en Química Analítica. Después hizo el máster de Enología y Viticultura en Climas Cálidos en la Universidad de Cádiz. La etapa académica dio paso a su actividad profesional, que se desarrolló durante 12 años en el laboratorio enológico familiar y en la que adquirió un gran conocimiento en el proceso de elaboración del jerez y, también, en la vinificación de vinos tranquilos.
En 2011, decidió abandonar su localidad natal para trasladarse junto a su mujer, americana de origen, a vivir a Estados Unidos. En un viaje previo, el enólogo gaditano, por intermediación de sus suegros, se entrevistó con Robert Deford, propietario de Bodegas Boordy y dejó cerrado su contrato.
Su llegada a la bodega más veterana del Estado de Baltimore, en la costa este de EEUU, supuso un cambio radical en las elaboraciones que venían haciendo hasta entonces, orientadas, sobre todo, al mercado de vinos dulces y sangrías. Jose Real aportó todos sus conocimientos para dar paso a la elaboración de vinos tranquilos de calidad al tiempo que se reestructuraba el viñedo. Actualmente, la propiedad cuenta con 22 hectáreas de plantas de cabernet franc, cabernet sauvignon, merlot, petit verdot, chardonnay, viognier y, la más reciente, albariño.

Jose Real destaca la gran diferencia que existe entre la viticultura en la costa este respecto a la mucho más conocida de los valles californianos de la oeste. En Maryland, así como en otros Estados próximos como Pensilvania y Virginia (que acoge la bodega Trump Winery del presidente estadounidense), hay multitud de pequeñas bodegas que tienen que luchar con circunstancias climatológicas muy adversas.
El enólogo trabaja en medio de unas condiciones complicadas, con huracanes del Trópico, veranos calurosos, inviernos muy fríos y abundantes precipitaciones que pueden llegar a los 1.200 mm anuales. “No tenemos”, explica, “la perfecta maduración de otras zonas vinícolas, entre ellas España, pero a cambio la frutosidad aquí es magnífica y la acidez muy equilibrada. Vamos desarrollando técnicas para hacer buenos vinos empezando siempre desde la viña”.
Bodegas Boordy, desde 1945
Bodegas Boordy fue creada por Phillip Wagner, artífice y pionero de la viticultura atlántico-americana, en 1945. La familia Deford, actual propietaria, la adquirió en 1980. En 2009, comenzaron a dar vueltas a la idea de lo que llamaron “Landmark Project” para hacer vinos de calidad comparables a los de otras zonas más reconocidas de Estados Unidos”.
La llegada de Jose Real en 2011 hizo que el proyecto se convirtiera en realidad, despegando definitivamente en los últimos años. “Jose ha sido crucial en el reconocimiento, gracias a la calidad y sofisticación de su trabajo, de nuestros vinos”, señala Robert Deford, dueño de la empresa. Para el bodeguero, el enólogo jerezano ha conseguido “unificar y comunicar de una forma eficiente viña y bodega, plantación y elaboración», lo que le ha permitido obtener numerosos premios en concursos de prestigio y recibir calificaciones de 93 puntos en la escala James Suckling.
En Bodegas Boordy comercializan unas 500.000 botellas al año. Los precios de sus vinos varían de los 100 dólares de su vino top, el 80ª aniversario, a los 20 dólares del albariño, pasando por los 60 dólares del cabernet sauvignon. La mayoría de sus vinos de calidad se venden directamente en la bodega en la que reciben gran cantidad de visitas a lo largo del año. No se exporta nada, la bodega vende exclusivamente en los Estados más cercanos, al estar afectada por una legislación muy estricta y restrictiva que le impide vender directamente a licorerías. Boordy Vineyards tiene, por ello, su ámbito de influencia natural en el entorno más próximo, pero, sin duda, mantiene una conexión muy especial con Jerez de la Frontera, situada a miles de kilómetros de distancia, gracias a Jose Real, el enólogo gaditano que en 2011 dejó su tierra natal para vivir intensamente una historia de amor y vino.
BOORDY VINEYARDS
12820 Long Green Pike Hydes (Maryland – USA) –
Tel.: 410-592-5015