La revista Enólogos publica el artículo de opinión «La carta de vinos que Alicante merece», remitido por el Consejo Regulador Vinos Alicante DOP, en el que la institución critica enérgicamente la falta de vinculación o implicación que, en su opinión muestra, generalmente, el restaurador alicantino con el vino local y, consecuentemente, el postureo que, en muchas ocasiones, demuestran empresas e instituciones que dicen abogar por la sostenibilidad y la promoción del producto local cuando, en realidad, relegan su propio vino a un lugar muy secundario. “La realidad”, sostiene el consejo regulador, “está en cualquiera de los restaurantes de Altea, Jávea o Dénia que vas a visitar. En donde, como hemos visto, (los vinos de Alicante) brillan por su ausencia”.
La carta de vinos que Alicante merece
El estudio recientemente realizado por Melicatesen, tienda especializada en vinos de Dénia, revela un dato que nos preocupa desde hace años. Que la presencia de Vinos Alicante DOP y, en especial, de los específicos de la Marina Alta, en su comarca, es ínfima. Un 12 % y un 5 %, respectivamente, según el estudio realizado en 90 establecimientos y 3.396 vinos.
Este es uno de los focos de nuestro trabajo actualmente: sensibilizar y animar al restaurador a que pueda tener más vinos y los recomiende a sus clientes. No solo él -que debe incorporarlos a sus compras- sino, incluso, a cada camarero que se encarga de prescribirlos.
Según el informe “Análisis del consumo de vino en hostelería y restauración “del Ministerio de Agricultura y otros informes sobre comportamiento del consumidor y la hostelería, el poder de recomendación del restaurador es uno de los factores clave en la elección del vino. Y junto a ello la denominación de origen, el precio y la imagen son también primeros criterios de selección de un vino tanto en restaurantes como en distribución.
Una situación grave
Nos encontramos, pues, ante una situación grave porque además estos datos son, como en todo estudio, una media, lo que revela que en la mayoría de los casos -como comprobamos nosotros mismos al acudir a estos servicios- es que no tienen ninguno; ni blancos, ni tintos; y, si acaso, nos ofrecen al final una “misteleta” servida de una garrafa sin origen, sin marca y de calidades relativas, no aportando nada de valor al tradicional producto elaborado en la demarcación.La situación se agrava cuando, además, estos datos coinciden con un estudio cualitativo que el propio consejo regulador realizó en 2019 con entrevistas a restauradores de diferentes categorías en toda la provincia y que revelaba actitudes contradictorias. Por ejemplo, la mayoría de ellos decía tener entre un 10-20 % de referencias alicantinas en sus cartas y que por supuesto, las recomendaban a sus clientes. Pero, a la vez, el estudio concluía que el restaurador priorizaba el precio a la hora de elegir su carta de vinos y eliminaba el criterio de vino local de su oferta (ver gráfico del informe). Un dato que se agudizaba precisamente en la Marina Alta, que en las conclusiones cualitativas revelaba que es donde el empresario tenía más desapego al vino de su denominación de origen.
La realidad de la zona
La realidad con la que nos encontramos en la zona, y con la que trabajamos desde hace años, de tratar de mejorar la visibilidad de marca y la presencia de vinos en la restauración, no es nada esperanzadora. Además, esta situación contradice la promoción turística que se está realizando en la zona y de la que participan numerosos establecimientos apoyada a ciegas por instituciones y por el turismo, como este próximo fin de semana en Alicante y Dénia.
No se deja de promocionar la gastronomía aduciendo la excelencia de platos como el arroz. Hay inversiones y acciones por doquier. Pero la realidad está en cualquiera de los restaurantes de Altea, Jávea o Dénia que vas a visitar. En donde, como hemos visto, brillan por su ausencia. De hecho, muchos clientes nos lo señalan como crítica, llegando incluso a encontrar camareros que desconocen que existe vino en la zona. De hecho, también, el estudio de Melicatesen indica que entre los restaurantes del universo de su encuesta se encuentran los que tienen sello “L´Exquisit Mediterráneo” cuyo objetivo suponemos es ofrecer una oferta lo más local posible.
Por otra parte, hay una corriente de promoción de la sostenibilidad en la restauración, aduciendo argumentos y/o medidas de diversa índole y curiosidad. Un ejemplo: explicar que el cocinero tiene y planta sus propios tomates. Sin embargo, la carta de vinos es una señal de identidad del restaurador e indica como pocos, la medida de la sostenibilidad cuando se priorizan los vinos locales. Y aquí brilla por su ausencia.
Hay por tanto – dicho técnicamente mucho- “green washing” en estas tendencias, o dicho en lenguaje de la calle, mucho postureo en empresas e instituciones.
¿Por qué seguimos con esta situación?
¿Por qué seguimos pues con esta situación donde la mayoría de empresarios no se animan a tener más vinos locales? Las razones son diversas y complejas, imposibles de explicar de forma resumida en un artículo. Pero hay algo que nos preocupa y es la falta de vinculación o implicación del restaurador con el vino local.
Desde hace años hay más bodegas, han mejorado sus comerciales, su salida a la calle, y son numerosos los actos profesionales, catas, las relaciones con las asociaciones de empresarios, etc. realizados para la distribución y la restauración. Es prácticamente imposible que los profesionales no conozcan lo que ha pasado en el vino de Alicante en los últimos 20 años con premios, puntuaciones, reconocimientos. Especialmente en las comarcas productoras Vinalopó y Marina Alta. Y si hay que hacer más esfuerzos en relacionarnos, estamos dispuestos.
Hay, además, una diversidad de bodegas y precios muy competitivos; eso sí, no somos una DO de empresas gigantes que ofrezcan productos industriales de bajo precio. Nuestro viñedo es pequeño y tiene un mínimo de valor y no podemos ni queremos competir con los grupos bodegueros internacionales. Nuestro producto es de otra índole, más artesanal y mimado. Y hasta el vino con mejor valoración de la DOP Alicante tiene un 30-40% de precio más moderado que el similar en otra DO.
Nuestra ilusión es que el vino de aquí se beba aquí, junto con la mejor gastronomía local, brillando en su diversidad y riqueza varietal. Si no con el orgullo del que se hace gala en otras comunidades (por razones culturales), si al menos con conocimiento y respeto a este sector que sí es medioambientalmente sostenible y prioritario.
Queremos que se beba aquí para ser más sostenibles, con una calidad diferente, sin adulterar precios con distribuidores, transportes, impuestos, aumento de la huella de carbono, promoción exterior, etc. Que el producto sea genuino en todo momento.
Creemos que Alicante, como territorio, cultura y medioambiente lo merece.