Ha muerto Aniceto Mesías Iglesias (Almendralejo, Badajoz, 1946), ese enólogo romántico, innovador, perfeccionista y afrancesado que creó la bodega Vía de la Plata, el camino por el que, en los años ochenta, el cava extremeño encontró su lugar en el mundo, con la colaboración también, entre otros, de pioneros y emprendedores como Pablo Juárez y Marcelino Díaz.
Ingeniero técnico químico, enólogo formado en Avignon (Francia), bodeguero, gourmet, profesor, divulgador, luchador y visionario, Aniceto Mesías Iglesias ha dicho adiós, a los 79 años, tras una dilatada y fructífera trayectoria, en la que se vio influido, asimismo, por el magisterio de su padre y su hermano. Un largo periplo que le llevó a convertirse en una de las personalidades más originales e influyentes de la enología extremeña.
A principios de la década de los años 80, recuerda Rodrigo Morán en La Crónica de Badajoz, «Aniceto Mesías fue protagonista de un gesto que se convirtió en un símbolo para la región: degollar la primera botella de cava producida en Extremadura, un hito que abrió el camino a la elaboración de espumosos de calidad fuera de las fronteras tradicionales de Cataluña”. Junto a otros pioneros ya citados, apostó por «un sueño que parecía imposible: situar a Almendralejo en el mapa del cava español y competir en los mercados nacionales e internacionales”.
David contra Goliath
No fue fácil. Y como en tantas otras ocasiones, su empeño se encontró con múltiples obstáculos que hubieron de dilucidarse en sede judicial, reeditando esa maravillosa historia de David contra Goliath, la desigual batalla que se acaba decantando del lado de quien parecía condenado al fracaso. “Mesías”, escribe Morán, “fue uno de los tres valientes empresarios que, en los años 80, iniciaron una larga batalla legal contra las restricciones impuestas por la DO Cava, que sólo reconocía zonas productoras en Cataluña. Su empeño culminó con una sentencia del Tribunal Supremo que permitió que todo el término municipal de Almendralejo quedara amparado por la denominación”.
Y en ese momento comienza la historia del Cava de Extremadura. Los almendralejeses Aniceto Mesías, Pablo Juárez y Marcelino Díaz inscriben, en 1983, el cava ‘Vía de la Plata’, que es autorizado por la DO Cava a partir de 1985 gracias a sendas sentencias del Tribunal Supremo que refrendan la posibilidad de elaborar ese vino en los términos municipales de Requena (Valencia) y Almendralejo (Badajoz).
«¿La polémica sobre si aquí se puede hacer cava o no?», se preguntaba Aniceto hace algún tiempo en una entrevista concedida a la periodista Mari Cruz Vázquez, de «Vivir Extremadura”. «Yo fui y soy muy respetuoso», explicaba, «lo único que veía es que el territorio que teníamos alrededor tenía más alicientes para hacer un producto de baja calidad porque había demanda de baja calidad. Sin embargo, veía que los que aquí pedían baja calidad, salían por ahí y sí demandaban calidad… así que por qué depender del otro».
Desde Bodegas Vía de la Plata, la obra de una vida, Aniceto Mesías impulsó la elaboración de cava extremeño sin complejos, con absoluta determinación, animado por su audacia y el éxito necesario para conquistar territorios antes vetados.
Pese al pulso que, históricamente, mantuvo con los responsables de la DO Cava para hacer valer sus derechos, en 2004 se pronunció contra las llamadas al boicot del cava catalán que se promovieron en el contexto del debate del Estatuto de Autonomía de Cataluña y el auge del independentismo, un hecho que provocó una caída significativa de las ventas de cava en el resto de España y un boicot en Cataluña a productos procedentes del resto del país.
La venta de Vía de la Plata
Aniceto Mesías no adelantó su jubilación como ocurre en muchas ocasiones sino que, al contrario, prolongó su vocación más allá de la edad legal de retiro. Estaba enamorado de lo que hacía y vivía la enología con absoluta entrega. Por ello, continuó profesionalmente activo hasta que cumplió los 70 años. Además, antes de retirarse, decidió vender la empresa (con la histórica marca Vía de la Plata), a Bodegas Hijos de Francisco Escaso, una empresa familiar de la localidad pacense de Fuente del Maestre. De ese modo, pretendía que su proyecto empresarial permaneciera en Extremadura y en buenas manos. Una muestra de coherencia y fidelidad a la tierra que le vio nacer.
En el momento de transferir la propiedad de la bodega, tres décadas después de su puesta en marcha, Vía de la Plata comercializaba alrededor de 100.000 botellas dentro y fuera de España, con una presencia destacada en Madrid, Cataluña o Cantabria, así como en Alemania, Italia y los países nórdicos, además de, paulatinamente, en Estados Unidos. “Si hubiera sido por el púbico extremeño”, se lamentaba, “no habríamos salido adelante». Pero Vía de la Plata abrió un camino que se dirigía al mundo entero. Y triunfó.
Cuando cae el telón
El enólogo de Almendralejo se mostraba, asimismo, muy orgulloso de una de sus creaciones más singulares, un cava rosado elaborado con garnacha y una pequeña proporción de chardonnay. Una joya luminosa, viva y fresca, de recuerdos de frambuesa y matices violáceos, del que apenas elaboraba 10.000 unidades. Un guiño personal al destino, una conquista de quien sabe que ha coronado la cima después de atravesar una ruta difícil, arisca y pedregosa. Una apuesta por lo exquisito, un cava nacido para disfrutar, tranquilo y sereno, brindando por el trabajo bien hecho, sabedor de que el telón cae con el respetable, en pie, aplaudiendo frente al escenario.
Pero Aniceto Mesías no se detuvo tras concluir su vida profesional. Siguió transmitiendo su experiencia y conocimientos a los nuevos enólogos mediante conferencias, ponencias y seminarios. “En sus últimas intervenciones públicas”, señala Rodrigo Morán, “no dudaba en criticar la falta de apoyo al sector y las limitaciones impuestas al crecimiento del viñedo en la región”. Genio y figura hasta el final.
Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo
Tras conocer la noticia del fallecimiento, la Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo (CLYGAL) ha expresado su más sincero pésame a la familia y amigos de Aniceto Mesías y ha trasladado sus condolencias a todos los que compartieron con él una vida dedicada al mundo del vino y la enología. La organización ha recordado que su determinación y esfuerzo “le llevaron a iniciar una larga y ardua lucha judicial que culminó en una sentencia del Tribunal Supremo a su favor, abriendo así el camino para que todo el término municipal de Almendralejo pudiera formar parte de la Denominación de Origen Cava”.
Se ha marchado Aniceto Mesías Iglesias, el enólogo extremeño romántico, luchador y apasionado que contribuyó decisivamente a que el cava extremeño se escribiera con nombre propio. Descanse en paz.