El consejo sectorial de vino de Cooperativas Agro-alimentarias de España estima que la vendimia alcanzará un volumen de 39.751.500 hectolitros, un 20% superior al del año pasado, debido, fundamentalmente, al incremento de producción en Castilla-La Mancha y Extremadura. De este modo, la previsión, realizada el pasado 24 de julio, eleva la contribución castellanomanchega hasta los 24 millones de hectolitros (60,3 %), frente a los 23 millones que Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha había anunciado el 18 de julio anterior, durante las jornadas técnicas vitivinícolas celebradas en Alcázar de San Juan. De acuerdo a esta previsión, la cosecha de Castilla-La Mancha generaría seis de cada 10 litros del total nacional.
Se trata, en todo caso, matizan fuentes de Cooperativas Agro-alimentarias , “de una primera estimación puesto que, a juicio de los representantes del sector, la producción final dependerá de la evolución de la climatología”.
Respecto a las existencias de vino y mosto, a fecha del 31 de mayo, eran, respectivamente, un 14,5 % y un 38,3 % inferiores a las del año anterior, lo que auguraba que las existencias disponibles en el inicio de campaña estarían muy por debajo de la media de las últimas campañas.
Análisis por comunidades autónomas
Por regiones, Castilla-La Mancha espera una cosecha de 24 millones de hectolitros, un 33% superior a la pasada, es decir una producción media, en términos históricos, en la que destaca la ausencia de enfermedades y plagas, un factor que favorecerá la calidad de la uva.
Extremadura muestra un buen estado vegetativo y espera una producción de 3,4 millones de hectolitros, ya que las lluvias han permitido recuperar un poco las viñas, agotadas por la sequía de años anteriores, pero sigue siendo insuficiente. Se han dado problemas puntuales con el mosquito verde (empoasca vitis) en la variedad pardina.
En Cataluña, sostienen las mismas fuentes, la situación es muy irregular en función de los territorios. La falta de lluvias ha afectado de forma grave al Priorat, la Terra Alta y otras comarcas de Tarragona, mientras que las lluvias de primavera permitirán salvar las cepas de Camp de Tarragona y Penedès. No obstante, se prevé una campaña corta con una reducción de uva superior al 35% en relación a una campaña normal.
En Castilla y León la previsión es menor respecto al año pasado debido a las heladas en invierno y a las abundantes lluvias y tormentas que se han producido en el Bierzo, Cigales, Rueda y Ribera del Duero.
El viñedo en La Rioja presenta un estado vegetativo espectacular, con unas plantas que se han recuperado tras dos años de estrés hídrico por calor y sequía.
Asimismo, en la Comunidad Valenciana la falta de precipitaciones hace prever una cosecha escasa, similar a la del pasado año.
Andalucía cuenta con un estado sanitario de la viña muy bueno en todas las zonas y ya ha comenzado la vendimia de las variedades tempranas en Montilla-Moriles, lo que la convierte en la primera vendimia de Europa continental. Los viñedos de Huelva y Málaga esperan una cosecha similar o inferior al pasado año, la zona de Jerez un 20-25% superior y Córdoba un 10-15% superior a la anterior campaña.
En Aragón el viñedo se ha visto afectado según la distribución de las viñas, una circunstancia que ha provocado alguna incidencia de enfermedades y problemas de cuajado en determinadas garnachas. Igualmente, la sequía ha afectado, de nuevo, a ciertas parcelas.
En Galicia la uva se encuentra en buen estado sanitario. Por lo que se refiere a Rías Baixas y Valdeorras, la inestabilidad meteorológica retrasará el comienzo de la vendimia, que se prevé inferior a la de 2023, mientras que, en Ribeiro, Ribeira Sacra y Monterrei se estima una producción similar a la del año pasado.
En Murcia la falta de lluvia ha provocado que las zonas de secano recojan la mitad de la ya baja cosecha del pasado año. Las viñas se están secando, lo que está provocando el abandono de viticultores de Jumilla, Yecla y Bullas sin otras alternativas de cultivo.
En Canarias la brotación se ha desarrollado de forma irregular dando lugar a distintos periodos de maduración. Gran Canaria comenzó la vendimia en junio con la variedad malvasía volcánica.