El apego a la tierra, a la tradición centenaria del cultivo del viñedo, llevó a Camino Pardo Álvarez (Valladolid, 1965) a tomar la drástica decisión de dejar la actividad profesional que, hasta entonces, estaba desarrollando para dedicarse en cuerpo y alma a su pasión por la vitivinicultura en su tierra castellana. Ese cambio trascendental en su vida se puede situar a finales del siglo XX y principios del XXI. En 2004 salió de una bodega, que anteriormente habían alquilado en Toro para elaborar su primera añada, una vez que tuvo claro que su proyecto ya tenía la consistencia necesaria para estar en el mercado.
Con anterioridad, Camino Pardo había ejercido su trabajo en áreas que nada tenían que ver con la vitivinicultura. Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid, obtuvo también un Executive MBA en Gestión y Administración de Empresas por el Instituto de Empresa de Madrid, así como el título de Administrador de Fincas, Agente de la Propiedad Inmobiliaria de España y Experto en Mediación de Conflictos por la Universidad Pontificia de Salamanca.
Fue en 1999 cuando se integró en el proyecto Nexus & Frontaura junto a la familia de su marido, que contaba con un buen número de hectáreas de viñedo. A finales de los años 90 habían reunido 120 hectáreas de tinta de toro en la finca Pago de Valdelacasa en la DO Toro, de las que, ahora mismo, hay 85 en rendimiento mientras que el resto está siendo reestructurado para mejorar la explotación. Por su parte, en la DO Ribera del Duero cuenta con 60 hectáreas de tinto fino, además de una amplia nómina de proveedores habituales.
“Se trata de devolver a la sociedad lo que la sociedad te da cuando emprendes otro tipo de proyectos”, afirma Camino Pardo cuando explica el porqué de su llegada al mundo del vino. Desde 2004 dirige la empresa agrícola Marqués de Valdelacasa, así como Bodegas Frontaura en la DO Toro y Nexus Bodegas en la DO Ribera del Duero. También elaboran en una bodega alquilada de Rueda unas 10.000 botellas de un orange wine procedente de uvas de viñas muy viejas.

El primer vino de Bodegas Frontaura fue un crianza de la añada 2004. Con el paso del tiempo, compraron la bodega que, en principio, alquilaron para elaborar en Toro. El nombre de Frontaura se debe a que la familia de bodegueros era propietaria de la Casa Palacio de Frontaura y Victoria en Toro, mandada construir en 1574, por Pedro de Aponte que, a su vez, da nombre a su vino más destacado, su reserva Aponte con 18 a 22 meses de barrica y el Aponte +, que es un vino homenaje a la tinta de toro y a los viticultores que, generación tras generación, han mantenido el patrimonio vitivinícola de la zona. Procede de viñas prefiloxéricas muy viejas y tiene una producción limitada de entre 8.000 y 11.000 botellas al año.
En Frontaura comercializan unas 200.000 botellas al año. Además de los Aponte, allí se elaboran el semicrianza Dominio de Valdelacasa envejecido ocho meses en barrica, y el crianza Frontaura y Victoria con un envejecimiento de 12 meses.
Ribera del Duero
Por su parte, la primera añada que salió de su bodega de la Ribera del Duero fue la de 2005 también elaborada en una bodega alquilada. En 2011, abrieron ya su propia bodega en Pesquera de Duero. Allí, al contrario que en Toro, las 60 hectáreas de viñedos están repartidas en parcelas pequeñas que aportan características propias. En esta denominación el número de botellas comercializadas depende mucho de cada añada, aunque se podría establecer la cifra media de 200.000 botellas. Las marcas de sus vinos de Ribera son Nexus One, un semicrianza de ocho meses de barrica, Nexus Crianza, con 12 meses y Nexus +, entre 18 y 22 meses. Además, elaboran un crianza muy especial procedente de la parcela Pesquera Pisarrosas, un viñedo con una producción muy escasa con un ciclo vegetativo muy duro, que da lugar a un vino “diferente, moderno, bastante mineral y fresco”.
Camino Pardo es una todoterreno en la empresa. Se la puede ver en cualquier parte del mundo vendiendo sus vinos y en la bodega junto al director técnico del grupo, Juan Martín Hinojal, con quien comparte criterios a la hora de enfocar las distintas elaboraciones y aportar sus conocimientos globales para la creación de nuevos vinos y en el campo recorriendo los viñedos de su amada tempranillo.
“Sé lo que hay en el mercado”, apunta Camino, “tengo bastante intuición para hacer lo que conviene, respetando siempre las características de nuestros vinos. Tenemos unas condiciones muy específicas de clima, sol y agua, y una materia primera de gran calidad para hacer grandes tintos, amables y de guarda y, sobre todo, muy equilibrados”.
Nexus & Frontaura
Pesquera de Duero (Valladolid)
Tel.: (+34) 983 88 04 88