Un total de 53 asistentes tomaron parte en la visita organizada por la Asociación Enólogos de Rioja (AER) el pasado sábado 16 de marzo a la DO Bizkaiko Txakolina-Txakoli de Vizcaya dentro de la “Serie de Viajes Ligeros” que la organización impulsa para promover el estudio y conocimiento de comarcas y denominaciones de origen cercanas.
La jornada, que estuvo presidida por una agradable climatología, permitió a los participantes realizar una visita a Bodegas Gorka Izaguirre, donde conocieron in situ los viñedos y el interior de las instalaciones, además de disfrutar de una cata a cargo del enólogo José Ramón Calvo.
Posteriormente, los enólogos y sus acompañantes se reunieron en torno a un almuerzo premium de cuadrilla en Etxerriaga Sagardotegia, una bodega familiar de sidra y txakoli, situada en el municipio vizcaíno de Amorebieta-Etxano.
La DO Bizkaiko Txakolina-Txakoli de Vizcaya se encuentra en una zona predominantemente industrial, en la que el sector agropecuario es muy minoritario. Esa circunstancia histórica ha exigido un esfuerzo añadido de pequeños agricultores y ganaderos que, con su trabajo y constancia, han logrado conservar algunos de los cultivos tradicionales y luchar por el reconocimiento de su calidad. Uno de esos productos singulares es, precisamente, el vino conocido popularmente como txacoli, que si bien vivió una antigua época de esplendor, comenzó un lento declinar a finales del siglo XIX que le llevó, prácticamente, al ostracismo.
No obstante, a principios de los años ochenta del siglo XX, un grupo de bodegueros se organizó alrededor de la Asociación de Txakolineros de Bizkaia (Bialtxa) y, con el apoyo del Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia, “se lanzó“, según fuentes internas, “a la recuperación de este exquisito y peculiar vino“.
Reconocimiento oficial en 1994
La Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina obtuvo su reconocimiento oficial en 1994 y, desde entonces, “ha sentado las bases de un vino moderno, de indudable personalidad”. “La DO”, indican las mismas fuentes, “vela por la autenticidad del vino producido por los bodegueros adscritos, al tiempo que garantiza que el txakoli etiquetado cumpla con los estrictos requisitos de calidad en todos los procesos de la elaboración, desde la plantación de la vid, hasta su embotellado”. El txacoli de Vizcaya-Bizkaiko Txakolina se caracteriza por las propias peculiaridades del terreno en el que se desarrolla. “Su cultivo en explotaciones de media ladera, resguardadas de los vientos del norte y buscando la máxima insolación, con una altitud media de 50 a 200 metros sobre el nivel del mar, generalmente pequeñas y difíciles de mecanizar, hacen de él”, explican, “un producto elaborado con mimo y cuidado y con una calidad diferencial”. De acuerdo a datos oficiales de la cosecha de 2022, la DO Bizkaiko Txakolina-Txakoli de Vizcaya está integrada por 178 viticultores, cuenta con una extensión de 426 hectáreas y una producción de 2.691.451 kilos y 1.764.711 litros.
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