¿Apoya la nueva ministra Carolina Darias que el Ministerio de Sanidad financie y avale la Encuesta sobre Alcohol, Drogas y Otras Adicciones que define el vino como “droga legal” y lo incluye dentro del grupo de bebidas alcohólicas, junto a la cocaína, el éxtasis, los alucinógenos, el speed, las setas mágicas o la heroína?

¿Está de acuerdo la flamante ministra con el hecho de que esa encuesta, pagada por todos los contribuyentes (también con los impuestos de los bodegueros y los enólogos), que dirige el médico y delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, se divulgue entre los medios de comunicación y, más concretamente, a través de su altavoz, TVE, para que en el telediario de las tres de la tarde trasmita la idea de que el vino es un producto absolutamente nocivo y altamente peligroso, pese a que la legislación española lo define como “alimento natural”?

La cuestión cobra plena actualidad, dado que, hasta el momento, ni el ex ministro y candidato a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, ni la presidenta de la Corporación Radio Televisión Española (RTVE), Rosa María Mateo, han pedido disculpas ni han rectificado la encuesta ni la información divulgada por la cadena pública a propósito de la misma

Muy al contrario, RTVE (una ruina económica con déficit creciente y credibilidad y audiencia menguantes) continúa manteniendo accesible en internet el vídeo en el que empieza afirmando que “la droga legal que más se consume en España es el alcohol y, concretamente, el vino”. https://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/encuesta-alcohol-drogas-sanidad/5738285/ 

El error cometido y no enmendado por el Ministerio de Sanidad y por el ente público, con la agravante de publicidad, omite que la ley vigente define el vino como “alimento natural”, obvia sus efectos saludables científicamente demostrados, olvida que forma parte indisoluble de la dieta mediterránea y ataca, al mismo tiempo, a los cientos de miles de agricultores, bodegueros, enólogos, hosteleros, investigadores y al resto de trabajadores del sector vitivinícola español, uno de los más dinámicos y representativos de la economía nacional.

Teniendo en cuenta el impacto económico y el daño a la imagen y a la reputación del sector vitivinícola que ocasiona la encuesta que el Ministerio de Sanidad realiza desde 1995 con periodicidad bienal, la ministra Carolina Darias debería aclarar, cuanto antes, si la suscribe o la rechaza.

Evidentemente, seguro que tiene asuntos más urgentes que atender, pero me inclino a pensar que, dentro del gran enjambre burocrático que dirige, habrá alguien con suficiente tiempo y conocimiento que pueda explicarle, de manera sencilla, por qué el vino no es ni será nunca comparable a la heroína o al speed.

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Cumplir y hacer cumplir la ley

En este tema no hay que perder de vista que la Ley de la Viña y el Vino, que los responsables públicos también deben cumplir (y, en algunos casos, hacer cumplir), lo define como un “alimento natural”, según consta en el apartado quinto del segundo artículo del título primero. “’Vino es el alimento natural», indica, «obtenido exclusivamente por fermentación alcohólica, total o parcial, de uva fresca, estrujada o no, o de mosto de uva”.

¿Cumplía la ley el ex ministro y candidato (con ventaja) a la Presidencia de Cataluña, Salvador Illa, financiando a través del Ministerio del que era responsable una encuesta que califica el vino como “droga” en contra de lo que establece la propia legislación?

¿Cumple la ley el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, dirigiendo y promoviendo un estudio que denigra objetivamente el vino, colocándolo en el mismo apartado que sustancias de diseño creadas específicamente para alterar el sistema nervioso y provocar adicciones de manera deliberada?

¿Cumple la ley la presidenta de RTVE, Rosa María Mateo, manteniendo accesible un reportaje en internet que falsea la realidad en torno al vino, en vez de pedir disculpas y publicar otro en idéntico horario y con la misma duración y relevancia que desmienta al que generó el error?

¿Cumplirá la ley la actual ministra Carolina Darias si mantiene, como su predecesor, la vigencia de esa encuesta, aún contraviniendo la Ley de la Viña y el Vino y a sabiendas del daño que provoca?

¿Tiene alguna lógica, finalmente, máxime en una situación de crisis sanitaria, social y económica como la actual, en la que están en juego cientos de miles de puestos de trabajo, que desde el propio Gobierno y la televisión pública se insulte de ese modo y de manera injustificada al sector vitivinícola en su conjunto?

Esperaremos acontecimientos, pero en este caso, como bien sabe la Administración, quien calla, otorga.