El presidente de EEUU, Donald Trump, continúa rediseñando a golpe de tuit el “orden internacional” que surgió al término de la II Guerra Mundial. Mientras intensifica las represalias contra Ucrania y extiende las amenazas a Europa y Canadá, eleva la presión también sobre México y China, y prevé suavizar las sanciones a Rusia, el país que hace tres años decidió unilateralmente invadir el territorio ucraniano.
El pasado lunes, a través de la red social Truth, el líder estadounidense anunció que los aranceles a los productos agrícolas del exterior entrarán en vigor a partir del próximo 2 de abril, al mismo tiempo que ordenó paralizar toda la ayuda militar a Ucrania, incluso la que ya está comprometida o en camino a su destino, según han informado varios medios estadounidenses. Paralelamente, el nuevo sheriff in town, según la definición empleada por su vicepresidente J. D. Vance, ha reactivado los ya anunciados aranceles del 25 % a Canadá y México, y elevado hasta el 20 % los que ya pesaban sobre China. En el lado opuesto, sopesa suspender las acciones cibernéticas y algunas de las sanciones económicas que mantiene contra Moscú. Un nuevo gesto de acercamiento a Vladimir Putin, que contrasta con los ataques que, desde hace días, viene lanzando contra el presidente de Ucrania, Volodimir Zalenski, con el fin de doblegarle para que entregue a EEUU el control de los recursos energéticos y minerales del país.
La respuesta de Bruselas a la escalada de tensión internacional fue inmediata. El martes, a primera hora de la mañana, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, anunció la creación de un nuevo mecanismo de financiación dotado con 150.000 millones de euros en préstamos para impulsar el gasto en Defensa entre sus miembros ante al giro de 180 grados de la política estadounidense y el nuevo escenario de incertidumbre que se ha abierto en la guerra de Ucrania. Este instrumento se enmarcaría dentro de un plan global, con el que la UE espera movilizar alrededor de 800.000 millones de euros para reforzar su presupuesto militar. «No necesito», declaró, «describir la gravedad de las amenazas a las que nos enfrentamos ni las devastadoras consecuencias si éstas se materializan». Von der Leyen ha advertido de que una paz duradera «sólo puede construirse sobre la fuerza». «La fuerza», dijo, «comienza por reforzarnos a nosotros mismos y ése es el objetivo del plan que presentaré a los Estados miembros».
La reacción de la Comisión Europea se ha producido después de que la mayoría de los países integrantes (entre ellos, muy especialmente, España) hayan estado ignorando durante décadas sus obligaciones militares, que han preferido delegar, en gran medida, en el paraguas defensivo estadounidense. Tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, EEUU no sólo ha perdido su condición de socio estratégico de la UE en materia de seguridad sino que amenaza los intereses comunitarios al haber iniciado, a espaldas de Bruselas, un giro político que le ha aproximado a la Rusia de Putin, principal foco de tensión para la seguridad europea y la estabilidad de sus fronteras.
Se da la circunstancia añadida de que la Unión Europea ha estado financiando, de manera indirecta, la invasión de Ucrania durante los últimos tres años, al incrementar las compras de gas ruso como consecuencia de una agenda verde que ha convertido a la mayoría de sus integrantes en economías dependientes del exterior en materia energética. Esta circunstancia ha empujado, por ejemplo, a países como España a multiplicar la compra de gas ruso en medio del conflicto bélico y a destinar mucho más dinero a Moscú que a la defensa ucraniana.
Los aranceles contra los productos agrícolas
Por lo que respecta específicamente a los productos agrícolas, el mensaje publicado por el inquilino de la Casa Blanca, en la red social Truth, dice lo siguiente: “A los Grandes Agricultores de los Estados Unidos. Prepárense para empezar a producir una gran cantidad de productos agrícolas para vender DENTRO de los Estados Unidos. Los aranceles entrarán en vigor a partir del 2 de abril sobre los productos externos. ¡Diviértanse!”.

En este momento, se desconoce cuáles serían, exactamente, los productos agroalimentarios que se verían afectados por la medida aunque, durante su primer mandato, Donald Trump impuso aranceles del 25 %, a partir de octubre de 2019, a productos emblemáticos españoles, que se vieron seriamente perjudicados, como el aceite de oliva, el vino y el queso, entre otros. “Estos aranceles”, sostiene la Cámara de Comercio de España, “fueron una represalia, en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en el contexto de la disputa comercial por las ayudas públicas europeas a la empresa Airbus».
«Los aranceles al aceite de oliva y vino», añade la institución, «perjudicaron gravemente a los exportadores españoles hacia EEUU, que sufrieron una fuerte caída de las ventas, perdiendo competitividad frente a otros países. El aceite de oliva, por ejemplo, perdió participación en el mercado estadounidense, con una caída de hasta el 60 %». Aparte del agroalimentario, durante la primera legislatura de Trump, otros sectores afectados por la “guerra comercial” fueron el aeronáutico y automovilístico, así como los bienes de lujo y los productos tecnológicos.

Exportaciones de vino español a EEUU y mercado mundial
Pero ¿cuál es, realmente, la exposición del vino español al mercado estadounidense? En términos absolutos, las ventas de las bodegas españolas a EEUU, entre julio de 2023 y junio de 2024, se situaron en 367,74 millones de dólares, un 8,6 % menos que en el mismo período anterior, cuando alcanzaron los 402,49 millones de dólares, de acuerdo a la información publicada por el Observatorio Español del Mercado del vino (OEMV).
Por el contrario, el valor unitario del litro de vino español exportado a EEUU, en el mismo período interanual, aumentó un 7,6 %, desde 5,43 a 5,84 dólares, el tercero más elevado entre los 10 principales mercados emisores, sólo por detrás de Francia (14,15 dólares) e Italia (6,37 dólares),
En este sentido, el porcentaje que representan las exportaciones vitivinícolas españolas en el conjunto de las exportaciones con destino a EEUU es de apenas el 1,8 % (367 millones de euros frente a 20.192 millones de euros), pero ese limitado peso relativo en el conjunto no evita un durísimo golpe en las cuentas de resultados de las numerosas bodegas exportadoras que comercializan sus productos en aquel mercado. No hay que olvidar que Estados Unidos es el primer destino en valor para los vinos españoles y, en consecuencia, el establecimiento de aranceles obligaría a intentar buscar inmediatamente nuevos destinos comerciales, con la dificultad añadida de que el mercado internacional refleja una clara tendencia bajista.
Un mercado estadounidense en retroceso
De hecho, los hipotéticos aranceles sobre el vino se sumarían a la caída de ventas registrada desde 2023. Concretamente, en el período interanual que va de julio de 2023 a junio de 2024, la exportación de vino español a EEUU registró un descenso del 15,1 % en términos de volumen y del 8,6 % en términos de valor, según la información publicada por el OEMV.
La contracción se enmarca dentro de un mercado estadounidense en claro retroceso, que redujo las compras de vino en todo el mundo, en ese mismo período, un 10,4 % en volumen y un 8,8 % en valor. Resultados que confirman el desplome ya observado al cierre de 2023, cuando los recortes de EEUU, respecto a 2022, fueron del 14,6 % en volumen y del 8,6 % en valor.
El paso atrás norteamericano se corresponde, asimismo, con el comportamiento global de los mercados vitivinícolas, como reflejan las estadísticas oficiales, ya que el volumen de vino exportado en todo el mundo cayó en 2023, por segundo año consecutivo (tras el récord pospandemia de 2021), hasta situarse en 9.838 millones de litros (-6,5 %), perforando la barrera de los 10.000 millones por primera vez en la última década. De la misma manera, el valor mundial de las exportaciones de vino disminuyó un 4,7 % hasta los 35.957 millones de euros, cifra que, pese a ello, fue la segunda más elevada hasta la fecha, tras el máximo de 2022, con un precio medio récord de 3,66 euros/litro (+1,9 %).
Perspectivas de la Cámara de Comercio
A juicio de la Cámara de Comercio de España, en 2025, la nueva política arancelaria estadounidense podría ampliarse a otro tipo de sectores, como energías renovables o productos farmacéuticos, dada la diversificación comercial que España mantiene con el país norteamericano.
“Lo cierto”, explican fuentes camerales, “es que EEUU es un destino clave para el sector exterior español. Entre enero y octubre de 2024 fue el quinto destino que acumuló mayores niveles de exportación española de bienes en términos de valor, concentrando asimismo a 27.123 operadores nacionales que vendieron sus productos al mercado norteamericano en el periodo”. “España”, añade, “exportó a EEUU bienes por valor de 21.000 millones de euros en 2023, aproximadamente, entre los que destacaron los bienes de equipo (principalmente, motores de todo tipo: propulsión, hidráulicos, de émbolo, propulsores, eléctricos, etc. y para vehículos tractores, automóviles, motocicletas, barcos, construcción, etc.) y semimanufacturas (en especial, productos químicos-farmacéuticos o material de construcción), así como productos agroalimentarios (con particular peso de aceites y grasas)”.

Limitada exposición española al mercado de EEUU
Pese a todo lo anterior, la Cámara de Comercio también hace hincapié en que, en términos generales, la exposición de la economía española a un incremento de los aranceles estadounidense es, comparativamente, muy inferior al que presentan otros socios comunitarios. “Entre los grandes países de la Unión Europea”, subraya, “Italia y Alemania concentran un porcentaje de sus exportaciones de bienes en el país norteamericano en el entorno del 10 % de su correspondiente PIB, Francia alrededor del 7 % y España por debajo del 2 %. A cierta distancia de otros países, como Irlanda, Chipre, Luxemburgo o Bélgica, cuya exposición es especialmente elevada”.
De igual modo, en opinión del servicio de estudios BBVA Research, «el impacto directo sobre la economía española de un posible aumento de aranceles a las importaciones de EEUU se prevé limitado, dada la relativamente menor exposición comercial respecto al resto de países de la eurozona. Sin embargo, hay regiones, sectores y empresas que pueden verse particularmente afectadas».
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