Juan José Muñoz Requena (Casas Ibáñez, Albacete, 1977) ya puede presumir de elaborar vinos que más de uno considerará como los campeones del mundo. Y es que en la actualidad desarrolla su trabajo en la bodega del genial centrocampista Andrés Iniesta, el héroe del Mundial de Sudáfrica. Juan José Muñoz Requena es ingeniero técnico agrícola por la Escuela de Agrónomos de Albacete, y licenciado en Enología por la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona.
A lo largo de su trayectoria profesional ha sido enólogo asistente en Chateau la Croix de Sant Georges (Pomerol, Bourdeaux), Zilzy Wines (Mildura, Australia) y en Viña Concha y Toro (Chile). También ha desarrollado su labor como enólogo en la Cooperativa San Miguel de Abengibre y la Cooperativa San Antonio Abad de Fuentealbilla (Albacete), de donde pasó a Bodega Iniesta, en la misma localidad albaceteña.
En la actualidad, desarrolla su labor en la casa elaboradora propiedad del jugador del FC Barcelona, donde la familia Iniesta Luján ya ha comenzado a comercializar sus primeros vinos (“Finca El Carril” Valeria, Blanco y Tinto, y “Corazón Loco 2010” Blanco, Rosado y Tinto). En la finca, el viñedo disfruta de las bondades del terruño de la Manchuela, tierra que ha alumbrado algunos de los mejores vinos españoles, y del buen hacer del propio padre del “8” barcelonista, José Antonio, que es realmente quien ha tomado las riendas del proyecto con ayuda de experimentados enólogos, entre los que se encuentra Juan José Muñoz Requena.
Personalidad extrovertida
Muñoz se considera una persona muy extrovertida, "con mucha curiosidad y ganas de descubrir cosas nuevas". Es amante del deporte, y le gusta correr y jugar al tenis. Buen conocedor de la zona donde desarrolla su trabajo, sus vinos favoritos son los bobales de La Manchuela, tanto tintos jóvenes, como rosados, así como los crianzas. De hecho, cree que la variedad Bobal es una de las que ofrece más posibilidades en la elaboración vinícola.
Respecto al papel que están jugando los vinos Castilla-La Mancha en un mercado tan globalizado como el actual, el joven enólogo considera que están adquiriendo cada vez más protagonismo. "Están compitiendo cada día más con un producto que presenta una inmejorable relación calidad-precio". En este sentido, considera que los vinos castellano-manchegos están abandonando paulatinamente el lastre de la tradición y las bodegas empiezan a estar más abiertas a la innovación. No obstante, sí cambiaría algunos hábitos vitivinícolas: "Sobre todo”, dice, “trataría de mejorar los rendimientos en viña haciendo estudios para optimizar la relación entre el número de cepas por hectárea, el número de yemas productivas y los kilos por hectárea, con el fin de que la uva entre en bodega con una maduración óptima".
A juicio de Juan José Muñoz, las nuevas generaciones de enólogos "tienen clara la importancia de la viticultura en la producción del vino". "La única diferencia que encuentro respecto a otras generaciones", prosigue el albaceteño, "es que en la actualidad salimos más formados académicamente, aunque nunca debemos olvidar que la experiencia de nuestros antecesores es fundamental en el campo de la Enología".